
Ahora toca ir a la playa de Arran donde en Agosto el agua está caliente y los niños permanecen horas y horas, jugar entre los escollos y nadar, bucear para observar a los peces y hacer rabiar a los cangrejos. Los chicos aveces se transforman en cangrejos y van a pinchar en los pies a las chicas, que bailaban en la playa, y ellas, para devolvérsela, se volvían medusas y obligaban a los chicos a huir. Cada día es dulce y prezosamente igual que otro: en la playa desde las diez de la mañana hasta la hora de la comida y, después, desde las tres hasta las siete de la tarde, a veces incluso hasta las ocho. Nada más cenar, Dalia, Cícero y Tomelilla se acomodaban en la varanda o en el jardín para beber licores frescos y fumar en pipa mientras charlaban...
Los chicos volvían a salir. Se solían reunir bajo las ramas de roble o bien en el puerto, sobre el muelle, que a esa hora desprendía el calor del día.
Pero no os he mencionado un acontecimiento muy importante: los juegos de verano. Aquí os iremos retrasmitiendo todo , y pronto, llegarán los equipos.
Vuestra Dulce :)
escribes muuy bonito
ResponderEliminar